El futuro de Petro-Perú se torna cada vez más lúgubre. Con sus actuales niveles de deuda (más de siete veces su patrimonio), pérdidas (US$452 millones en la primera mitad del año) y falta de liquidez, es como una bomba a punto de estallar. Pero, así como una explosión cerca de un reservorio de combustible, la onda expansiva pondría en riesgo también la calificación crediticia del Perú y los futuros costos de financiamiento para el Estado, las empresas y las personas.
¿Qué está haciendo el único accionista de la petrolera para evitar este riesgo? Frente al incesante tictac, la........