Menos listas, más experimentos |
3 y 4
3 y 4
0 y 2
0 y 2
1 y 8
1 y 8
5 y 7
5 y 7
no
no
no
no
6 y 9
6 y 9
Por Amalia Londoño Duque - amalulduque@gmail.com
Hace poco hice un viaje con mis amigas. El día que visitábamos un desierto, una de ellas gritó de repente, con mucha emoción:
—¡Vi una estrella fugaz!
Desde ese momento, y hasta que nos fuimos de ese lugar, pasé cada noche mirando al cielo, esperando ver otra igual de grande.
—¿Para qué quieres verla tanto? —me preguntó otra amiga. —Quiero pedirle un deseo —le dije.
Pensé que, si la veía, podría seguir viviendo con la certeza de que algo iba a pasar. Que el universo, de alguna manera, quedaba comprometido conmigo. Ver la estrella era la mística del deseo: una señal externa que garantizara que aquello que tanto quería se cumpliría.
Tal vez por eso, cada 31 de diciembre repetimos rituales. Escribimos propósitos, hacemos murales, listas, visualizaciones, ponemos en........