La etapa de pandemia de Covid 19 fue una de las más duras que hemos sorteado en los últimos tiempos. Allí la cuestión, más allá de tener más o menos dinero, de tener más o menos comodidades, era no enfermar, para no contagiar a la familia, a los amigos, para sobrevivir.
Entonces los matemáticos se unieron a los científicos, a los médicos, y nos mostraron la urgencia de bajar aquella famosa curva de contagios. En halarla entre todos hacia los niveles más bajos nos iba la vida. Y más allá de cuán duro nos golpeó, lo logramos.
Aun con pérdidas irreparables de vidas, quienes estamos hoy en pie, sobrevivimos a una catástrofe de la humanidad entera, en parte porque nos unimos con un mismo fin, y hasta aprendimos a sacrificarnos en bien de los más necesitados, desde la Zona Roja incluso.
Hoy otra curva, mucho más fácil de bajar en mi opinión, reclama del esfuerzo de todos por un bien colectivo. La demanda energética ha elevado sus niveles hasta números que el estado actual del sistema electroenergético nacional no puede cubrir, ya sea por la situación de las termoeléctricas que utilizan crudo nacional, como por la sobreexplotación y falta de combustible importado para la generación distribuida.
La estrategia del país va encaminada a recuperar paulatinamente capacidades de generación y potenciar otras con el aprovechamiento de........