Papá, quiero ser ministro

Los que ya hemos dejado de ser, utilizando terminología de buen vino, un “crianza”, incluso un “reserva” y hemos entrado con gran dignidad en la categoría de “gran reserva” recordamos aquellos reportajes del No-Do. Previos a cualquier película, con inauguraciones de obras públicas (algunos decían que no estaban acabadas y era todo un decorado) el Generalísimo iba acompañado de ministros y otras “altas personalidades del Estado”.

De traje oscuro y sonrisa contenida aparecían en los reportajes. Y así nos iban contando como el país iba “tirando para arriba”, cosa que se veía en los propios vecinos con los que convivíamos cuando en una familia aparecía un coche o en otras entraban televisores, ventiladores, neveras, etc. La disidencia política trabajaba por otros lados y esperaba su momento.

Por aquella época, en nuestro país, en todo Occidente así como muchos países al otro lado del “telón de........

© El Adelantado