Una corporación municipal, sea de pueblo o capital, siempre puede ser objeto de disconformidad y desacuerdos por parte de los administrados y por causas muy diversas. Me hace recordar esto aquellos tan lejanos tiempos en los que las atracciones de ferias eran muy modestas, conforme al momento de ‘apretarse el cinturón', en las que solía instalarse una caseta donde el cliente se entretenía tirando pelotas de goma o cuero contra botes o botellines, que podía llevarse como premio.
Las cosas han cambiado mucho en lo que respecta a la modesta caseta ferial, pero no en cuanto a las oportunidades que pueden presentarse para mostrar acuerdos o desacuerdos con la corporación municipal de turno. Acuerdos o desacuerdos que, claro está, también se producen en el seno de ella, donde en ocasiones los enfrentamientos se producen por propuestas que valen para unos y no para otros. Sería muy bueno aplicar esta frase de nuestro gran humorista Enrique Jardiel Poncela: “Los hombres solo se unen con sinceridad socialmente cuando se trata de reventar a un tercero”.
En la corporación actual de........