En una última jornada de infarto en la que un solitario gol significaba un cambio de dueño del cetro liguero, el Cantimpalos nadó finalmente para morir en la orilla, mientras que el Coca se abrazó al título de la Provincial de Aficionados. Dicen que lo mejor sólo tarda un poco más en llegar y esa premisa la cumplió el conjunto caucense a las mil maravillas que, como si de un alumno aventajado se tratase, dejó los deberes para el final, para el último baile, pero los acabó haciendo. Porque tras dejar escapar dos oportunidades de oro para sentenciar el campeonato, el equipo de José María Valbuena se presentó al examen final con la casi obligación de ganar a todo un Monteresma y, de la forma más atípica pero eficaz, el solitario gol de Juan Ángel Herrero fue suficiente para que el Coca se proclamase campeón y se alzase con un ascenso histórico a la Regional Preferente.

Una hazaña abonada al sufrimiento que tiene en Valbuena, desde los banquillos en su primera aventura en tierras segovianas con pasado en Valladolid, a uno de sus principales artífices. “Han sido tres últimas semanas muy difíciles e intensas, con compromisos contra rivales directos, pero como siempre dicen, las cosas que cuestan más luego se disfrutan el doble. El pueblo se ha volcado con el equipo, ha venido más gente que nunca a vernos y están como nosotros, en una nube. Estamos muy contentos, con mucha ilusión por lo que se viene y con ganas de seguir haciendo las cosas bien”, revela el técnico del Coca.

Una liga que se decidió en la última fecha del campeonato a la que el conjunto caucense llegó con dos puntos de ventaja frente a un Cantimpalos que, en su último........

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