No hizo falta marchar muy lejos. Solamente llegar hasta el auditorio del Conservatorio Profesional de Música de Segovia para presenciar un concierto de esos que gusta cerrar los ojos para que nada te moleste y asumir así el valor ‘calmante’ de la música.
En el referido lugar se unieron niñas y niños de nueve a doce años, alumnos de los conservatorios de Valencia y Segovia. La orquesta estuvo formada por sesenta entusiastas de la música y un grupo de profesores que quieren transmitir su amor por la música a quienes, muy pequeños aún, eligen una de las ‘parcelas’ de las Bellas Artes para, a través de la manipulación de sonidos, en este caso instrumentales, desarrollarlo con ritmo, armonía y melodía.
Fue esa conjunción, muy bien estudiada, la que hizo que los aprendices de música escucharan........