De cuidador de mascota a social wedding, los nuevos oficios nupciales

Una boda moderna se parece cada vez menos a un sacramento y más a una super producción de plataforma: guión, escaleta, equipo técnico, cierre de presupuesto y, si hay suerte, el inevitable cuñado pasado de copas y un par de personas que todavía se quieren al final del día. Alrededor de esos dos que dicen “sí, quiero” ha crecido un pequeño ecosistema de oficios nuevos, que se nombran en inglés porque aún no sabemos cómo ponerles en castellano.

Antes bastaba con un fotógrafo serio y un videógrafo con trípode. Hoy no. Hoy hace falta alguien que piense en vertical, conozca los caprichos de TikTok e Insta, y sepa qué audio de moda encaja con la entrada de la novia. Ha nacido el wedding content creator: criatura híbrida entre reportero de guerra y community manager, que persigue a los novios con el móvil en la mano para entregarles, en 24 horas, un paquete de vídeos listos para subir a redes.

Mientras el fotógrafo busca la foto para el álbum, este nuevo profesional caza la anécdota, el gesto tonto, la lágrima que nadie vio. Lo vende como “contenido auténtico”, pero en el fondo es lo de siempre: asegurarse de que cada minuto de la boda se pueda explotar en stories. En algunos países ya hay influencers que contratan a dos o tres creadores a la vez, por si acaso el algoritmo se queda con ganas de más.

Otro oficio recién llegado: el pet sitter de boda. Como ahora el perro es “uno más de la familia”, no se le puede dejar al vecino del quinto con un saco de pienso y........

© El Adelantado