Pedro Sánchez y sus disciplinados ministros han estado durante una larga temporada enfangando los escaños y pasillos del Congreso, con una lluvia de insultos, mentiras y hasta vulgares gestos hacia la oposición parlamentaria. Lo que ellos no podían imaginar es que un “fango real” causado por un incontrolado e inesperado aluvión de turbulentas aguas acompañadas de “cañas y barro” como consecuencia de una gota fría, ahora conocida como Dana (Depresión Aislada de Niveles Altos), iba a dejar un reguero de destrucción y muerte en la región de Valencia. El “fango” de su discurso se ha convertido en su propia pesadilla…
Me comentaba un enfermero malagueño, uno de tantos miles de jóvenes voluntarios andaluces y de otras........