«Les abrió la inteligencia»

En este tercer domingo de Pascua, el Evangelio de la misa insiste en el realismo de la resurrección. El relato del Evangelio de Lucas que leemos hoy es continuación del que narra la aparición a los discípulos de Emaús. Cuando estos explican a los de Jerusalén lo que les sucedió en el camino, Jesús se aparece, se sitúa en medio de ellos y les saluda con la paz. Dice Lucas que «sobresaltados y asustados creían ver un espíritu» (Lc 24,37). Jesús les tranquiliza, les muestra sus manos y sus pies y afirma: «Soy yo mismo». No se trata de un fantasma, ni de un espíritu de otro mundo. Se trata del mismo que fue crucificado; de ahí que lleve las llagas de la pasión.

Dado que no terminaban de creer, Jesús hace un gesto sorprendente: Les pide algo para comer y «comió delante de ellos» (Lc 24,43). Esta insistencia en la humanidad de Jesús se explica si tenemos en cuenta que el tercer Evangelio está dirigido a griegos, que, como........

© El Adelantado