La mujer del César
Ver comentariosSOCORRO MÁRMOL 29 abr 2024 / 09:32 H.
Ya está bien! Hasta los “huevarios” estamos muchas mujeres de tener que “serlo”; pero, sobre todo, de tener que “parecerlo”, para que ellos, nuestros “santos”, los césares con escaño, puedan medrar a sus anchas sin tener que serlo ni que parecerlo.
¡Vaya silla que se nos reserva en el festín de la vida! ¡Lapidadas! —léase escrachadas que es como se dice ahora— a causa de nuestros machos adjuntos! ¡No te digo!
O alfombrilla de mil pies para que nuestros adjuntos puedan limpiarse sus indecencias en nuestro decoro, como si ellos, césares de segunda, guardasen su propio honor entre nuestras piernas.
¿Qué? ¿A que se me nota que estoy echando chispas? Pues lo estoy. Pero no tanto como para no estar dispuesta a........