Juan ignacio Brito
Un número de señales emitidas desde la Casa Rosada sugiere que las cosas no andan del todo bien entre Chile y Argentina. Vistas de manera individual, no se trata de nada realmente grave; pero, apreciadas en conjunto, apuntan a una tensión sutil que debe ser superada a través de un ejercicio diplomático maduro.
El último episodio fue la ausencia del canciller argentino en la ceremonia vaticana para conmemorar la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984. Aunque en esa actitud se mezcló el vínculo tirante del Gobierno argentino con el Papa Francisco, fue explícita la molestia respecto de las palabras que pronunció el Presidente Gabriel Boric en la cumbre del Grupo de los 20, cuando refutó la defensa de la economía liberal que hizo su colega Javier Milei. Otros puntos de tensión tienen que ver con la intempestiva y breve visita que hizo Milei a Chile en agosto, ocasión en que no fue........