Ruido |
José Miguel Aldunate
Apuesto a que, de niño, usted también jugó a repetir una palabra hasta vaciarla de sentido: pelota, pelota, pelota, pelota... árbol, árbol, árbol,... perro, perro, perro,... Al cabo de un rato, se consigue destilar un ruido carente de significado. Ahora usted es un adulto, pero lo invito a que juguemos de nuevo. Repita conmigo: acusación constitucional, acusación constitucional, acusación constitucional… ¿Lo escucha?
En principio, la acusación constitucional busca sancionar hechos relevantes, inequívocamente reprochables, capaces de comprometer la integridad del cargo o la legitimidad de las instituciones. La opinión pública debiera contener el aliento cada vez que el Congreso tramita una. En vez, solo escuchamos un runrún incesante: …Provoste, Hinzpeter,........