Ruber Bustos Ramírez
Al provenir de una familia caficultora, a mis trece años y con respaldo de mis padre, empecé a labrar mi futuro en el campo, rodeado de mis cafetales. Desde joven, entendí que el trabajo duro y el compromiso con la tierra no solo me permitirían proveer a mi familia, sino también cumplir mis sueños. La caficultura me ha dado la oportunidad de crecer y de encontrar en el campo un camino de vida lleno de satisfacciones.
Mi experiencia ha sido satisfactoria, no solo por el fruto de mis esfuerzos, sino por la oportunidad de ser parte de un cambio en el sector, de la mano de la institucionalidad, siendo líder y trabajando por los caficultores.
Hoy, el panorama es distinto para los jóvenes que desean seguir el camino que yo elegí. El empalme generacional en la caficultura es más necesario que nunca. Los jóvenes de hoy tienen a su disposición herramientas que no existían en mi época: acceso a información, tecnología, formación profesional y nuevas formas de comunicación. Son generaciones que........