Los hijos de la Iraca
Por: GERARDO ALDANA GARCÍA
Aunque me duela la espalda, no me puedo quedar quieta, dice Blanca Lucía Calderón Cuellar desde la silla ubicada en uno de los espacios que la Cámara de Comercio del Huila – Seccional Pitalito había dispuesto para tan edificante entrevista. Esta valiosa mujer, madre y esposa, oriunda de Acevedo – Huila ha sido, desde sus primeros ocho años tejedora del sombrero Suaza; si, y hoy cuando su prolífica vida le permite seguir tejiendo sobre el umbral de cuarenta y siete años de existencia, no deja un día de reencontrarse con la magia que para ella representa la Iraca, o Palmicha, como también le dicen a la fibra natural de la que está hecho el emblemático sombrero huilense que, desde la primera mitad del siglo XIX, era llamado Jipijapa. Y es que tejer como lo hacen las más de 600 mujeres que elaboran sombreros en los municipios de Suaza, Acevedo y Guadalupe, es un oficio que implica un sensible esfuerzo físico desde la posición que durante horas adopta la artesana al sentarse y ligeramente encorvar su fisonomía, mientras tan hábiles manos crean, vuelta tras vuelta, lo que luego será un sombrero de cuyo uso se enorgullecerán hombres y mujeres al lucirlo.
En torno de este oficio huilense que ya supera dos siglos y medio de ser producido en el Departamento, mujeres como Blanca Lucía han erigido familias cultivándolas en tan admirable profesión y llevándolas, no solo a mantener tan excepcional expresión cultural para bien de la comunidad en general, lo cual es un aporte de........
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