Juan Carlos I se define como «marginado»

Opinión

Matías Vallés

Juan Carlos I.

Reconciliación se inaugura con un centenar de páginas vibrantes. El lector disfruta de imaginar hasta dónde llegará la denigración de Letizia Ortiz, culpada por el presunto autor Juan Carlos I de todas las calamidades que se abaten sobre su persona y sobre el país entero. En esta versión castiza de Succession, se quiere convencer al lector de que el verdadero malo es Felipe VI, igual que se afirmaba del galante Felipe González frente al ácido Alfonso Guerra. No cuela, pero la efervescencia es incontestable. Por desgracia, al volumen le pesan demasiado las cuatrocientas páginas restantes, el enésimo libro que la amanuense Laurence Debray ha compuesto sobre el penúltimo Jefe de Estado español.

Juan Carlos I quiere pasar por «marginado», y el capítulo con este encabezamiento se abre relatando que «llegué con dos maletas al hotel Four Seasons, en pleno centro de Abu Dabi, con la única compañía de mi fiel mayordomo». Es el primer «sin techo» que se instala junto a su palafrenero en un establecimiento donde no se pasa más allá........

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