Churros y crepes: un panegírico sabroso |
Opinión | La foto contada
Juan Ignacio Orúe
Una señora camina hacia una churrería en Palma / Xisco Alario
Qué fácil parece estar vivo. Agradecer es de buen cristiano. Uno no sabe cuánto tiempo le queda. Y lo que queda es disfrutar ese tiempo desconocido, fugaz, irreversible. Allá vamos. Hoy vamos. Ahora. Ya. Crepes y churros. Churros y crepes. Jamás hay que posponer ninguna alegría. Jamás.
Entonces hagamos como la señora en la noche de invierno palmesana con su gorro de lana tan alemán, tan polaco. Actitud arrolladora, decisión y firmeza para zambullirse en un mundo de azúcar, mantequilla, chocolate y harina; para dejarse seducir por el crepitar del aceite frito que crea al dios churro, largo, grueso y crocante; para responder al canto........© Diario de Mallorca