Un Pacto de Convivencia Pacífica para Venezuela | Por: Víctor Álvarez R. |
Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr
Forzar un cambio de régimen en Venezuela no garantiza una solución pacífica del conflicto ni mucho menos la gobernabilidad del país. Una salida violenta llevará al extremo la polarización y prolongará la confrontación. El poder sin contrapesos, concentrado en un solo polo, reproducirá el ciclo de persecuciones y encarcelamientos que es necesario superar para lograr la paz y la gobernabilidad.
En una Venezuela tan polarizada, el diálogo y la negociación encuentran una férrea resistencia por parte de los extremistas y radicales de ambos polos. La oposición que desde hace 25 años aspira gobernar a Venezuela y alienta a Trump para que ordene los bombardeos y les despeje el camino hacia el Palacio de Miraflores, no están dispuesta a esperar los inciertos resultados de otra complicada negociación.
Una salida violenta desembocará en más de lo mismo: la implantación de otro régimen autoritario que utilizará las instituciones del Estado para desatar una cacería de brujas contra todo lo que sea o parezca chavista. La Constitución de Venezuela permite al presidente de la República tomar la iniciativa para convocar una Asamblea Nacional Constituyente que -una vez elegida- tiene la facultad de disolver los demás poderes públicos, lo cual sería aprovechado por el nuevo régimen para borrar del ecosistema político a los 24 gobernadores, 285 alcaldes y 256 diputados chavistas. Los extremistas apuestan a una intervención militar externa que provoque un colapso del régimen y los instale en su lugar
Hasta ahora, la amenaza basada en la demostración de fuerza de guerra estadounidense no ha sido........