Andrés Bello: El primer humanista americano | Por: Edinson Martínez |
El Día del Escritor en Venezuela se celebra cada 29 de noviembre en conmemoración al natalicio de nuestro más universal de todos los escritores, don Andrés Bello, quien nació en Caracas en 1781, es decir, escasamente dos años antes que el Libertador.
Comencemos por señalar, como bien lo apunta el Instituto Cervantes que, el patriarca de las letras americanas, tuvo una larga vida al morir en 1865 a la edad de 84 años, cuando la esperanza de vida en aquellos días era de unos 32 años, y hoy mismo, en Venezuela es de unos 73 años. Murió en Santiago de Chile, mientras nuestra nación era sacudida por las consecuencias de la Guerra Federal, apenas comenzando a superarla con Juan Crisóstomo Falcón como el primer presidente surgido de aquella conflagración que duró cinco años.
Este venezolano tiene el destacado mérito de ser la figura intelectual de mayor relieve en la cultura hispanoamericana del siglo XIX. Y, ya antes, en los postreros años de la centuria precedente, entre los años de 1797 y 1798, ofició como maestro de Simón Bolívar, a quien superaba, al precisar las fechas exactas en que nacieron, por apenas año y medio de edad. Según se cuenta, el joven intelectual daba clases en una especie de academia privada que la familia del futuro Libertador le organizó en su propia casa. Tendría entonces entre 16 y 17 años. No prosiguió estudios más avanzados de manera formal, aunque se inscribió en el curso de medicina que, como ya sabemos, no prosiguió. Su vida, como pocos personajes de nuestra historia, se consagró por entero, sin pausa alguna, a las lecturas de los textos de su tiempo, asimismo, como al estudio de los grandes clásicos para cimentar su vocación intelectual. Vale la pena señalar que, el contexto literario de su época y de las artes en general, estuvo dominado por dos grandes corrientes: El Neoclasicismo, ya de salida, hacia finales del siglo dieciocho y, seguidamente, el Romanticismo, que mantuvo su predominio hasta casi los últimos años del siglo diecinueve. De modo que, toda la referencia literaria y cultural del tiempo de Bello, estuvo determinada por lo que en Europa aconteciera en el ámbito de las letras y la cultura en general. Y no podría haber sido de otra manera, pues el llamado viejo continente, era sin lugar a dudas, el centro del mundo. Así que, no había modo de alcanzar un nivel intelectual respetable, si no se estudiaba en sus propios idiomas a los autores franceses e ingleses que marcaban las tendencias culturales de aquellos días. Esa fue la razón por la que Andrés Bello comenzó a cultivarse, a estudiar por su cuenta, todavía muy joven, el idioma francés, primero, y luego el inglés, a fin de conocer de sus mismísimas fuentes, el inquietante mundo de las ideas de su contemporaneidad.
La formación inicial de Andrés Bello, como habría de suponerse en todo intelectual de su época, ha tenido que ser forzosamente Clasicista y Neoclasicista, para evolucionar más adelante a las nuevas tendencias que surgían. Así, en plena juventud, durante el comienzo de sus inquietudes, la estética dominante en las artes lo impulsaba a tener conocimientos profundos sobre el latín y la cultura clásico-romana.
Ahora bien, la ambición intelectual de Andrés Bello, fue tan marcada por su contemporaneidad, que las ideas de los movimientos culturales surgidos en ese periodo, cuando supera ya los veinte años, enseguida se manifiestan claramente en su obra. Este es el caso del Romanticismo, movimiento con una perspectiva........