27 de octubre 2024 - 03:05
Nuestra joven democracia está enferma. Hace tanto que asistimos a un debate político de tan baja estofa, que la inmunización de la sociedad no admite comparación y nuestros dirigentes apenas acusan el desgaste. Pedro Sánchez puede permitirse el lujo de dimitir a su ex ministro y lugarteniente, el señor Ábalos, su mano derecha –que al contrario del pasaje bíblico es consciente de las maquinaciones de su mano izquierda– sin dar más explicaciones sobre sus andanzas con el tal Koldo. Nadie sabe explicar cómo un personaje tan bronco con aspecto de putero de vaso de tubo de los 80, que para más inri se llama como Torrente, logró situarse en la órbita del ex ministro de Transportes. Y justo cuando la Audiencia Nacional le pide al Supremo que impute a su íntimo colaborador por su “papel principal” en la trama, el........