La clave está en no esperar demasiado

No esperar demasiado. Solo lo justo, aquello que sabes que puede suceder o que de hecho es lo único que sabes, con certeza, que sucederá... si no pasa nada excepcional. En esencia, aplicar para los deseos del año que viene aquello que anhelas de manera subconsciente antes de dormir: volver a despertar, y cuando despiertas: poder encapsularte de nuevo bajo el edredón para ajustar cuentas con Morfeo.

Así de simple. Sobre todo después del anual jarro de agua fría de la Lotería de Navidad y de las comidas y cenas........

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