Neutralidad electoral o abuso de poder: El patrimonio público no es botín de campaña

Por: Fernando Zambrano Ortiz

Comparto un mensaje claro y sin rodeos: en diversos distritos se está desnaturalizando el principio de neutralidad. Alcaldes utilizan bienes, presupuestos y personal municipal como si fuesen extensiones de su campaña. Se movilizan vehículos oficiales, se reasigna personal en horario de trabajo para tareas proselitistas, se convierten cuentas institucionales en altavoces partidarios y se pintan calles, paneles y locales con los colores de una agrupación. He recibido, incluso, testimonios de uso de recursos públicos para apuntalar la candidatura de familiares la esposa del alcalde, por ejemplo. Todo ello viola la neutralidad, socava la igualdad de condiciones y quiebra la confianza ciudadana.

La regla es sencilla y obligatoria: quien ejerce autoridad no puede hacer proselitismo a favor ni en contra de ningún candidato u organización ni puede instrumentalizar bienes, presupuestos o personal del Estado para fines electorales. Condicionar beneficios de programas municipales a la participación en actividades políticas, movilizar servidores o disfrazar propaganda bajo eventos “cívicos” también vulnera la neutralidad.

En esta última categoría preocupa la creciente promoción municipal de marchas y campañas supuestamente neutras “por la papa”, “por la paz”,........

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