24 de noviembre 2024 - 03:06
No somos suficientemente conscientes de que la democracia, como forma de gobierno, es incompatible con la ausencia de la verdad. Dos de los regímenes más perversos que han existido, el nazismo y el comunismo, se afianzaron en el siglo XX sobre la violación y el saqueo de ésta. “El sujeto ideal para un gobierno totalitario –escribió Hannah Arendt en Los orígenes del totalitarismo (1951)– no es el nazi convencido ni el comunista convencido, sino el individuo para quien la distinción entre hechos y ficción (es decir, la realidad de la experiencia) y la distinción entre lo verdadero y lo falso (es decir, los estándares de pensamiento) han dejado de existir”. Estas palabras suenan hoy pavorosamente actuales.........