Habiéndose completado en la segunda semana de noviembre los exámenes (Hearings) del Parlamento Europeo (PE) a los/as comisarios/as designados/as para la Comisión Europea que presidirá Von der Leyen (VDL II), seguramente pasará a la historia de las instituciones de la UE la escaramuza provocada por el PP español para intentar impedir la promoción de Teresa Ribera a la vicepresidencia primera, en la que se perfila como posición más importante alcanzada desde España en el Ejecutivo comunitario.
El papel que se le asigna en el reparto de carteras no puede ser más relevante ni retador para Ribera: reconoce su trayecto y autoridad en Medio Ambiente, su compromiso contra el cambio climático y con la descarbonización; pero además se le asigna la política de Competencia, área definitoria del poder regulatorio de la UE, entrecruce de elementos técnicos muy especializados con intereses nacionales de alcance a menudo estratégicos para sus economías o para sus industrias.
Es público y notorio, sorteadas las dificultades impuestas por la táctica del PP español de hostigamiento sin tregua y en todos los frentes —UE incluida— al Gobierno de Pedro Sánchez, el ridículo en que se han sumido Feijoo y su hueste en el PE. Sí, es cierto que el PP consiguió, con........