Con foros como Migratlantes, que organizó el Gobierno de Canarias con la colaboración de Casa África, el Archipiélago se presenta como mucho más que un destino de pateras y cayucos: también es un centro avanzado de pensamiento, debate y acción
“Canarias, hoy receptora de flujos migratorios intensos, tiene una herencia grabada a fuego: un profundo conocimiento de la historia de las migraciones. La entiende muy bien, o al menos debería hacerlo. Fueron nuestros antepasados: campesinos, pastores, artesanos, quienes, huyendo del hambre, de la injusticia o del abandono, marcharon en tropel por la senda que abrieron aquellos barcos que iban hacia las Américas”.
No se me ocurría mejor manera de arrancar hoy este texto que con una cita textual del emocionante broche que el periodista José Naranjo puso este martes en el Auditorio de Casa África al III Encuentro Migratlantes, unas jornadas de dos días de duración inauguradas por el presidente del Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, en las que el objetivo era parar dos días del frenesí (y sus consiguientes rifirrafes políticos) que supone la gestión del fenómeno migratorio para pararse a pensar, a reflexionar con buena parte de los actores implicados en la acogida de las personas llegadas al Archipiélago en la búsqueda de nuevos horizontes.
La intervención de Naranjo apeló tanto a los canarios que se fueron a Cuba, Venezuela, Uruguay, San Antonio de Texas o Argentina, pero también a Senegal, Guinea, a Sidi Ifni, al Sáhara Occidental, a Mauritania como a la naturalidad con la que históricamente
hemos acogido a los que llegaron: “Emigrantes, viajeros, aventureros españoles, castellanos, andaluces, portugueses, que salpicaron de belleza nuestra habla; esclavos negros, comerciantes británicos… Hoy, las tiendas de los indios, los coreanos y sus
flotas, los libaneses de Triana, los mauritanos paseando por Las Canteras, el aroma de las arepas de los venezolanos… Somos todo eso. Un pueblo de ida y vuelta, nuestro ADN está cocido con finas hebras hechas de distintos acentos y procedencias”.
Qué suerte tenemos en el Archipiélago de contar con Pepe Naranjo, un periodista con esta........