Sombras y poemas

No entenderíamos a Jaume Plensa (Barcelona, 1955) sin el espacio público. No miraríamos de igual forma a los laureles de indias del parque García Sanabria sin la escultura Islas (1995), un conjunto de 73 cajas de aluminio negro, metacrilato y neón suspendidas de las ramas por cables de acero. Maravilloso autorretrato del escultor a través del mundo del arte del siglo XX, luminarias nocturnas que atestiguan la pluralidad de la creación, que testimonian la verdad artística propia frente a la opinión discrepante del resto de la humanidad. ¿Se imaginan que toda la obra artística del Mundo fuese la misma? “¡Qué horror!”, exclama el escultor. Gracias, Plensa, por alumbrar la vida. Gracias, Plensa, por volar con ideas sin necesidad de alas. Gracias por no competir (¡qué necesidad!), por estar conmigo o contra mí desde la unión del arte con letras, fórmulas, alfabetos… Afortunadas mezclas y búsquedas que generan fuerzas........

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