Mientras, aquí seguimos |
Cada 25 de noviembre pienso en nosotras. En todas. En las mujeres que han sufrido el daño en su forma más extrema y en aquellas que, sin llegar a ese punto, han sentido alguna vez ese roce que no se ve, pero cambia algo por dentro. Pienso también en las que viven lejos, en realidades que no siempre entendemos, y en las que tenemos cerca, aunque cueste reconocer el dolor detrás de lo cotidiano. Porque, aunque no vivamos lo mismo, todas somos conscientes. Todas conocemos a alguien. Todas hemos escuchado relatos que cuesta olvidar.
Lo que nos ocurre no entiende de fronteras. Aparece en muchos lugares del mundo, aunque no adopte siempre la misma forma ni tenga las mismas consecuencias. En algunos países se esconde en lo doméstico y........