03 de noviembre 2024 - 07:01
La mañana amaneció fría. Los primeros rayos de sol no lograban atemperar las bajas temperaturas en el interior de la provincia. La sierra, vestida de blanco, aunque sólo en la cumbre, inaugura la temporada de chimeneas y castañas asadas. El veroño se aleja en la misma medida que la escarcha hiela las atrevidas hierbas que desafían al frío. Una cabra montesa, a lo lejos, las busca como un manjar gourmet digno de un restaurante tres estrellas.
Las calles se vacían. Los niños corren adheridos camino del autobús escolar. Las bufandas y los gorros sólo dejan ver los ojos. Mientras, las madres se afanan en tapar cualquier resquicio por el que el frío penetre. Los resfriados y la gripe acechan en cada esquina y tratan de evitarla a costa de lo que sea. María se ha levantado destemplada. Aún no tiene tos, aunque en sus ojos vidriosos ya se atisban los........