07 de noviembre 2024 - 13:24
Conocí a José María Rossell en los inicios de la década de los noventa. Mis vacaciones las usaba entonces para dirigir el Gabinete de Comunicación que los Cursos de Verano de la Universidad Complutense celebraba en Almería. Gustavo Villapalos, natural de esta tierra, decidió traer una sede de los seminarios a la playa y nada mejor que Roquetas y el Hotel Playadulce. Los estudiantes de esta provincia aún tenían que irse a Granada y el Colegio Universitario era todo a lo que podían aspirar los alumnos de esta tierra si no querían salir de aquí.
Eran otros tiempos y José María acudía a menudo a supervisar toda la organización. Serio, parco en palabras y cumplidor. Un empresario cabal, que no dejaba nada al azar. Su hotel era la sede de los seminarios y la imagen era clave para la proyección de una cadena hotelera que ya era líder en la provincia y que despuntaba a nivel regional.
Fue una conversación directa, sin subterfugios. El tiempo es oro y no era muy dado a perderlo. Al año siguiente, 1991, aprovechó los cursos de la UCM para convocar a los medios a una rueda de prensa en la que también estaba el presidente de Unicaja, Braulio Medel. Mis primeros pasos en información económica y varias lecciones de lo que era el turismo en la provincia, aspiraciones, objetivos y previsiones.
Conectamos desde el principio. Lo que había empezado en el Playadulce como un saludo de cortesía, se convirtió en........