Granada y Almería, tan cerca y tan lejos

La relación de Almería con Granada, como la de dos buenos vecinos, siempre ha sido de amor y odio a partes iguales. Amor por la necesidad mutua de complementarse, nuestras playas para ellos; sus médicos, hospitales y universidad para nosotros y de odio por los localismos trasnochados y las rencillas por los proyectos que a un lado llegan y al otro se posponen para mañana.

Sea como fuere, la vecindad de ambas provincias ha funcionado, mal que bien, durante años en armonía y con la paz rota por pequeñeces que no vienen al caso, pero que han fomentado una rivalidad sana en cualquier aspecto, desde el deporte por bajarnos a la arena de lo común o la educación si nos elevamos al altar de la........

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