La geografía patria se llena cada verano de festivales de música. Un paraíso para los amantes de la música. Da igual el tipo porque los hay de todas y un infierno para los que viven en los aledaños, que se aprestan a soportar un sin fin de inconvenientes y molestias por la saturación de personas, el ruido añadido y la basura que siempre generan. En Almería, hasta ahora, mal que bien habíamos aguantado y hasta los recibíamos como maná caído del cielo por los euros que genera, la programación que ya calienta motores del Dreambeach, Juergas Rock, Solazo Fest, Pulpop y así hasta no dejar libre prácticamente ni una fecha sola estival en los pueblos de la costa y hasta en los de interior.
La música........