NO CAYÓ, SE AUTODESTRUYÓ, columna de Jorge Esteves

Fernando Belaunde Terry solía contar, con una mezcla de orgullo y modestia, que el primer comité de Acción Popular nació en Ollantaytambo. “Acción Popular es un partido nuevo. No ha surgido antes, sino después de las elecciones. No nace pues de la ambición sino del deber”, repetía. Era una definición ética, casi una declaración moral. Setenta años después, esas palabras suenan como un epitafio prematuro: la ambición terminó devorándose al deber y el partido de la lampa parece hoy más un recuerdo que una organización........

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