La Junta Nacional de Justicia pasa por su peor hora, desde su fundación, y la desfiguración de sus funciones y prerrogativas apuntan a que como institución, ha fracasado. Poco habrá que agradecerle a su gestor, el expresidente Martín Vizcarra, el impulso de un colegiado caído en el desprestigio y la confusión. Después de ese primer responsable, habría que destacar la responsabilidad que en este desmadre tiene Luz Inés Tello. La exjueza bien........