La fiscal Marita Barreto atenta contra su propio prestigio -que tiene algunos lados oscuros por sus enjuagues con Sada Goray- cuando, sorpresivamente, incluye al juez Juan Carlos Checkley en las investigaciones a Patricia Benavidesy decide recusarlo.
Su actitud consolida esta idea de que el Ministerio Público es capaz de recurrir a todo para lograr sus objetivos, no importa si se opta por medidas fantasiosas, endebles o........