Seguramente muy pocos peruanos de mi generación, y menos de las anteriores, pudieron vislumbrar una oportunidad para el siempre postergado desarrollo nacional, como el megapuerto de Chancay. ¿Cómo imaginar que una pequeña ciudad y puerto, a 78 kilómetros de Lima iría a convertirse en el siglo XXI, por obra y gracia de la inversión china y nacional, en un gigantesco complejo portuario, referente para toda la región, un hito y una revolución para el comercio con los ultra dinámicos mercados asiáticos?
Pero este........