La foto que no tomé: Iker y Benito |
Mientras los jóvenes a mi alrededor desbordaban una vitalidad frenética, intentaba ser un "vampiro energético", robándoles un poco de ese fuego para que mis rodillas y la planta de mis pies no recordaran el peso de los años.
Entonces, las luces se apagaron y el estruendo de miles de almas nos devolvió a la vida.
Benito apareció y las notas de "La mudanza “, canción que habla de su linaje rasgaron el aire.
“Gracia', mami, por parirme aquí... Gracia' a mami y papi por to' los jalón de oreja”.“Un aplauso pa mami y papi porque en verdá rompieron”.Al escucharlo, no pude evitar mirar a Iker, mi hijo de 15 años, por quien fui al concierto.
Lo vi ahí, a unos metros de esa "casita" uno de los dos escenarios, defendiendo su esencia con el mismo orgullo que el boricua defiende su isla.
Iker volvió a su origen.
Él nació en esta CDMX, aquí dio sus primeros pasos, y en........