La diversidad política, económica, social e institucional en la América Latina y el Caribe se veía reflejada este pasado domingo en las diversas citas electorales celebradas en Chile y Uruguay.
Mientras Chile votaba la segunda vuelta para elegir a sus gobernadores en 11 de sus 15 regiones, además de su área capitalina de Santiago, Uruguay elegía a un nuevo presidente de la República (Yamandú Orsi). En Santiago, en su legendario, a la vez oasis de encuentro, Cerro Santa Lucía, una exposición y venta de arte indígena nos recordaba la presencia de tres de sus pueblos originarios demandantes de atención singular, reconocimiento y tratamiento diferenciado (Aymaras, Rapa Nuis y Mapuches).
En este contexto y marco temporal, tuve el privilegio de impartir la XVIII Cátedra Raúl Prebisch, que la CEPAL (Comisión Económica de los Países de América Latina y el Caribe), organismo especializado de las Naciones Unidas y casa de la Región, estableció como reconocimiento y puesta en valor de uno de sus singulares y prestigiosos directores ejecutivos, relevante promotor de instituciones y entidades de pensamiento al servicio del desarrollo económico y social. Prebisch, considerado uno de los padres del estructuralismo y desarrollo, exdirector en su día de la CEPAL, es honrado con esta Cátedra en una sala auditorio especial de arquitectura y diseño extraordinario bautizada con su nombre y potenciando, año tras año, los diferentes movimientos del pensamiento económico y social, en un esfuerzo sostenible para influir en los diseños de políticas y programas al servicio de las sociedades y comunidades de este multi mosaico que conforma la América Latina y el Caribe.
En esta ocasión, en el marco del renovado impulso que su secretario ejecutivo, José Manuel Salazar Xirinachs, lidera en favor de una economía productiva, su transformación e impulso para el desarrollo social, económico e inclusivo, he disfrutado de la oportunidad de respirar un........