RECIENTEMENTE, el ministerio de Ciencia y TIC de Corea del Sur alarmaba a la opinión pública de su país (en el nuestro, ni nos enteramos) con un informe en el que reconocía el adelanto tecnológico que ha realizado China en el último bienio. Los avances de China en 136 tecnologías clave superaron por primera vez a los de Corea del Sur en 2022. Tomando como referencia el nivel de desarrollo científico y tecnológico de Estados Unidos en 2022, el nivel de desarrollo correspondiente de la Unión Europea se situó en el 94,7%, ocupando el segundo lugar mundial. Le seguían Japón, con un 86,4%; China, con un 86,2%, y Corea del Sur, con un 81,5%. Los nuevos resultados estiman que, en 2022, China se encontraba tres años por detrás de EE.UU. en cuanto a destreza tecnológica, mientras que Corea del Sur estaba 3,2 años por detrás. En 2020, ambos países estaban 3,3 años por detrás de Estados Unidos.
Los investigadores chinos ya lideran 37 de las 44 tecnologías de vanguardia más importantes del mundo, como las comunicaciones, los nuevos materiales, las nuevas energías, la detección y la navegación, los drones y la hipersónica. China también lidera algunos ámbitos de la inteligencia artificial, la biotecnología, la robótica y la computación cuántica. En una década, el liderazgo de China en investigación fundamental se traducirá en otra generación de proeza industrial china.
En este contexto de creciente competencia tecnológica, Corea del Sur ha definido en su 6º Informe de prospectiva científica y tecnológica (2021-2045) las 241 tecnologías de los próximos 25 años, en la que quiere hacer un esfuerzo de inversión especialmente focalizado y sobre las cuales diseña sus planes de ciencia y tecnología. Estas tecnologías de futuro se agrupan en cinco megatendencias y diversas tendencias de sociedad que van a marcar la evolución social y tecnológica: Mundo digital (economía digital, sociedad........