EL bloqueo intencionado del CGPJ, la manifestación de su actual presidente de abandonarlo al no sentirse acompañado de los vocales, su propio intento desesperado de conseguir su renovación a través de una propuesta escrita enviada a las Cortes, acreditan serios problemas en la Administración de Justicia.
Poder Judicial
El CGPJ resiste tras cinco años de mandato constitucionalmente caducado. Se buscan fórmulas extravagantes e infructíferas para avanzar en su renovación como una intermediación de la Comisión Europea. Cualquier procedimiento será inútil cuando lo que subyace es un intento de control y mantenimiento de su mayoría conservadora por los partidos conservadores del país.
La distorsión entre unas instituciones gobernadas por una mayoría progresista y un poder judicial anclado en posiciones conservadoras no puede dejar de provocar problemas. No se reclama llegar a la doctrina italiana del uso alternativo del derecho pero sí, al menos de cumplir lo que el artículo 3 del Código Civil exige: considerar la realidad social como elemento de interpretación de las leyes.
El Comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, propuso que la prioridad era la renovación y después el cambio del sistema de elección. Sus palabras se ignoraron por el partido que mantiene numantinamente la mayoría conservadora del Consejo.
Lo anterior provoca daños colaterales. El Tribunal Supremo ya tiene 25........