EEUU y las elecciones en Nuestra América

No es nada novedoso, ni siquiera debería ser noticia, la política del imperio estadounidense de procurar influir a favor de sus intereses, en los procesos electorales en Nuestra América.

Sin embargo hasta ahora, usualmente los funcionarios implicados habían negado estas prácticas y se inventaban cualquier tipo de pretexto, o maniobraban para manipular con sutileza la opinión pública al respecto.

Pero con la administración Trump, esta especie de doctrina se exhibe con absoluto descarado. Lo hace todo el tiempo el mandatario mismo con su habitual sincericidio, algo sustanciosamente abordado, también Mr. Rubio, mentiroso en su estado natural y si quedaba alguna duda, ahora están las declaraciones del secretario del tesoro, Mr. Scott Bessent, un cargo que no suele emplearse para hablar de estos temas.

Pues Bessent, en línea con Trump, explicó al ser interpelado que el propósito de ayudar a Argentina con 20 mil millones de usd, fue para colaborar con la reciente victoria electoral de Milei y de paso estimular una especie de efecto dominó, para otros convites electorales en la Región. En el marco de esta narrativa a Milei lo califican eufemísticamente de faro regional, impresionante.

Y es lógico, el estadounidense promedio que pudo interesarse por esta “ayuda” no entiende que se le de dinero a Milei habiendo tantas necesidades en EEUU, agravadas con el cierre del gobierno más largo de la historia. En la base trumpista la reacción de rechazo fue notable, visibilizada en medios de comunicación por algunos de sus líderes.

Tratando de explicar la cuadratura del círculo, el secretario del Tesoro amplió su disertación indicando que el dinero para salvar a Milei no fue un rescate, algo obvio, si no una especie de negocio según el cual EEUU ganará más de lo que ahora desembolsa.

Si en lo más recóndito de su laberíntica reflexión, el secretario Bessent quería dejar claro que no es intromisión sino ayuda a los amigos en el continente, hubiera sido mejor no exponer claramente que ni siquiera es cierto esto último, ayudar a Milei, sino un pingüe negocio financiero para el imperio, a costa del futuro de los argentinos.

Más allá de lo anecdótico de este asunto, lo relevante es como esto muestra descarnadamente la vigencia de lo que ahora denominan “doctrina Monroe económica”,........

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