EEUU: La política exterior al borde de un ataque de nervios

Las crecientes complicaciones de la política exterior estadounidense, dirigida por Trump bajo el precepto de América Primero, suscriben su propia y singular conflictividad.

En nuestra Región desarrollan con aparente incoherencia, al menos es la imagen que dan, una especie de guerra proxi, o guerra de las galaxias, según la cual lo que pasa es lo que sale de los laboratorios mediáticos ideologizados, sin asidero en la realidad real.

Ese modus operandi no intenta únicamente exponer una situación inexistente, convenientemente adaptada a un relato pre cocido, sino mantener a la víctima en zozobra, bajo perenne chantaje.

De la agresión a Venezuela se viene hablando prácticamente desde que Chávez tomó el poder, y comenzó a revolucionar a su país, condenado por la suerte a flotar en un mar de combustible u oro negro como le han llamado.

El Trump 1.0 fue particularmente agresivo, implementó centenares de sanciones, hasta salió un día Bolton, el ahora traidor ex asesor de seguridad nacional de aquella Casa Blanca, insinuando cifras de miles de soldados que serían movilizados.

Por aquellos años, posteriores al fallecimiento del líder fundador, el comandante Hugo Rafael Chávez Frias, la apuesta del imperio fue la desestabilización interna, la guerra no convencional en todas sus variantes. Fracasaron y la revolución bolivariana resistió.

Trump 2.0 vino acompañado de Mr. Rubio, identificado como el mejor preparado para destruir la obra de las revoluciones de nuestra américa, para arrodillar al progresismo e implementar sin ton ni son, un monroismo decimonónico, puede decirse que cruel por sus costos en vidas humanas.

Al menos este pigmeo creyó que las tenía todas consigo, sus adláteres y mandantes le susurraron al oído que era su momento, sino es ahora no será nunca exclamaron, palabras más, palabras menos.

Así se llega a la situación actual, que cada vez se parece más a aquel concepto de empate catastrófico que el pensador marxista, Antonio Gramsci, denominaba como equilibrio catastrófico, según el cual ninguno de los dos bandos enfrentados podía sobreponerse sobre el otro; Gramsci lo empleaba en el contexto de la lucha de clase, de dos bloques sociales enfrentados por hegemonizar a la........

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