LA HABANA, Cuba. — Se reabren los servicios consulares para reunificación familiar en la Embajada de los Estados Unidos en Cuba. El parque cercano, frente a la Funeraria Rivero, en el Vedado habanero, vuelve a animarse. Decenas de personas acuden tras recibir la cita para realizar sus trámites. Vienen de los más disímiles lugares de la Isla. Los almendros siguen dando su tranquila sombra, y de sus hojas siguen cayendo las mortificantes hormigas. Resucita el ecosistema del barrio, que sufrió una sequía de cinco años luego que los servicios consulares fueron cerrados tras los ataques sónicos a los diplomáticos norteamericanos.

De nuevo, cafeterías, mercachifles, impresores por la izquierda, estafadores, gastronómicos, vendedores de turnos para entrar a la Embajada y otras alimañas promovidas no pocas veces por la misma policía política, se preparan para entrar en acción.

Los que alquilan apartamentos para los provincianos imprimen tarjetas de presentación con teléfono, email y WhatsApp. Contratan limpiapisos y mucamas por trescientos pesos al día, casi siempre de barrios pobres y periféricos, pues las que son del Vedado cobran 1 000 pesos. Se lavan sábanas y sobrecamas, se reabren las viejas libretas donde están las listas de los clientes potenciales.

Los gastronómicos de la cafetería privada Rumba-K, ubicada en un garaje incómodo y soterrado, comienzan a desempolvar sus herramientas de trabajo: batidoras, planchas de tostar pan, cafeteras, hornillas eléctricas y de gas. Relanzan sus contactos con los suministradores, ajustando precios, ahora que “la cosa está mala”.

Como la primavera, regresa la vida a ese fragmento de la geografía del Vedado. Reaparecen los “almendrones” y sus choferes buscan parqueo para sus joyas automovilísticas, más propias del “Smithsonian” que de las destruidas calles de la capital cubana.

La periodista Cristina Escobar fue la enviada por el régimen cubano a entrevistar a los sonrientes beneficiarios de la reunificación familiar. Ellos aparecen triunfantes en el noticiero estelar de la televisión cubana. Ya no viajarán a Guyana a hacer los trámites, dicen, aunque en un desliz una de las entrevistadas, venida del oriente del país, comentó con ironía que era igual de difícil de Bayamo a La Habana que de aquí a Georgetown, en Suramérica.

Pero la muy bien entrenada Cristina Escobar no pasó por alto la opinión oficial. A esta analista de tamarindo le parece bien la apertura consular y la reunificación familiar que los norteamericanos han impedido a toda costa, dice, y también pregunta ¿por qué aún se excluye a los cubanos de los visados de turistas y académicos?

Un hombre ya maduro, triunfante, lleno de felicidad, anuncia que pronto se reunirá con su hija en el más allá. Sin embargo, a la muy patriótica Cristina Escobar no se le ocurre preguntar por qué no se reunifican los cubanos en Yara o el Caujerí en vez de en Miami, Tampa o Michigan. Si el imperio está lleno de drogas, hambre y desempleo, según afirma ella misma en los noticieros oficiales.

Con las nuevas medidas para los cubanos que desean emigrar, ¿qué sucederá? ¿Podrán pedir sus visas con patrocinadores desde México, o desde acá mismo, en La Habana?

Mientras tanto, el barrio capitalino cercano a la embajada norteamericana reverdece luego de una extensa y nefasta sequía.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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QOSHE - El retorno de los yumas - Víctor Manuel Domínguez
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El retorno de los yumas

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07.01.2023

LA HABANA, Cuba. — Se reabren los servicios consulares para reunificación familiar en la Embajada de los Estados Unidos en Cuba. El parque cercano, frente a la Funeraria Rivero, en el Vedado habanero, vuelve a animarse. Decenas de personas acuden tras recibir la cita para realizar sus trámites. Vienen de los más disímiles lugares de la Isla. Los almendros siguen dando su tranquila sombra, y de sus hojas siguen cayendo las mortificantes hormigas. Resucita el ecosistema del barrio, que sufrió una sequía de cinco años luego que los servicios consulares fueron cerrados tras los ataques sónicos a los diplomáticos norteamericanos.

De nuevo, cafeterías, mercachifles, impresores por la izquierda, estafadores, gastronómicos, vendedores de turnos para entrar a la Embajada y otras alimañas promovidas no pocas veces por la misma policía política, se preparan para entrar en acción.

Los que alquilan apartamentos para los provincianos imprimen tarjetas........

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