LA HABANA, Cuba.- Durante la reciente celebración del Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) trascendió que miles de operarios del sector de Energía y Minas han marchado a laborar en otros sectores de la economía, en especial a las mipymes. Este éxodo de trabajadores estatales hacia el emergente sector no estatal de la economía ha provocado la inquietud del régimen y también la de sus paniaguados en el movimiento sindical.
Por supuesto que no es la primera vez que trabajadores estatales (de empresas o unidades presupuestadas) deciden incursionar en el sector no estatal, principalmente como trabajadores por cuenta propia. Así sucedió cuando muchas educadoras de círculos infantiles estatales optaron por convertirse en educadoras por cuenta propia; y también cuando muchos constructores que laboraban en brigadas y contingentes estatales se transformaron en cuentapropistas de la construcción. En ambos casos no faltaron las trabas impuestas por las autoridades para frenar esa tendencia que afectaba los planes y objetivos gubernamentales.
El primer ministro Manuel Marrero, presente en esta cita sindical, se hizo eco de la referida preocupación ante el éxodo de los trabajadores estatales hacia el sector privado. Recordó que “la Constitución de la República deja explícito que el ente fundamental dentro de los actores económicos es la empresa estatal socialista, los demás son complementos de esta, y no puede suceder que ese encadenamiento vaya en detrimento de la empresa”.
Lo que no quiere reconocer el alto funcionario castrista es que los trabajadores van hacia el sector que les resulte más atractivo, y no al que la Constitución —por demás, letra muerta— indique como priorizado. En el propio Pleno de la CTC se dieron a conocer varias anomalías acontecidas en empresas estatales que le quitarían a cualquiera el deseo de laborar en ellas. Por ejemplo: unos 26 mil trabajadores de la Alimentación y la Pesca no han cobrado utilidades a pesar de haber cumplido sus planes productivos; y las empresas provinciales de transporte están pagando los salarios a sus trabajadores hasta con dos meses de retraso. A todo esto se agrega que, en general, los ingresos que perciben los trabajadores no estatales son superiores a los que reciben los que laboran en las empresas y unidades presupuestadas.
Por otra parte, las estadísticas oficiales del Gobierno cubano reflejan igualmente la tendencia al alza del empleo en el sector no estatal, y el descenso en el sector estatal. El Anuario Estadístico de Cuba 2021 muestra las cifras que en este sentido reporta el cuatrienio 2018-2021.
En 2018 los trabajadores del sector estatal representaban el 68,4 % de todos los ocupados en el país. Ya en 2021 el porcentaje había descendido al 67,5 %.
El sector no estatal (formado por cooperativistas, usufructuarios de tierras ociosas, cuentapropistas e integrantes de las mipymes privadas) era el 31,5 % del total de empleados en 2018, y para 2021 ya representaban el 32,4 % de todos los trabajadores del país.
Otra mala noticia para el régimen afloró en el Pleno Sindical, y es que a pesar de todas las presiones que se ejercen sobre los trabajadores no estatales, solo el 42 % de ellos han decidido incorporarse a esos gremios pro gubernamentales.
Lo cierto es que, entre otras cosas, la preferencia de los cubanos por laborar en el sector privado de la economía constituye un obstáculo para el objetivo fundamental trazado por el gobierno: mantener a la empresa estatal socialista como el principal baluarte de la economía nacional.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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El empleo no estatal en Cuba sigue siendo más atractivo que el estatal
LA HABANA, Cuba.- Durante la reciente celebración del Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) trascendió que miles de operarios del sector de Energía y Minas han marchado a laborar en otros sectores de la economía, en especial a las mipymes. Este éxodo de trabajadores estatales hacia el emergente sector no estatal de la economía ha provocado la inquietud del régimen y también la de sus paniaguados en el movimiento sindical.
Por supuesto que no es la primera vez que trabajadores estatales (de empresas o unidades presupuestadas) deciden incursionar en el sector no estatal, principalmente como trabajadores por cuenta propia. Así sucedió cuando muchas educadoras de círculos infantiles estatales optaron por convertirse en educadoras por cuenta propia; y también cuando muchos constructores que laboraban en brigadas y contingentes estatales se transformaron en cuentapropistas de la construcción. En ambos casos no faltaron las trabas impuestas por las autoridades para frenar esa........
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