LA HABANA, Cuba.- Hace alrededor de 40 años los manuales soviéticos de Economía Política que se estudiaban en las universidades cubanas insistían en que las sociedades capitalistas estaban divididas en clases sociales antagónicas: los capitalistas dueños de los medios de producción y los desposeídos que solo tenían su fuerza de trabajo para entregarla a los primeros.
Mas, lo que nunca imaginaron los clásicos del marxismo era que aquí en Cuba sus discípulos harían un “aporte significativo” a las Ciencias Sociales. Crearían una nueva división de la sociedad en dos clases sociales: las personas que pueden comer pollo habitualmente, y aquellas que solo acceden a esa carne en muy contadas ocasiones, cuando el Gobierno logra ofertar una ínfima cantidad del producto por la libreta de racionamiento. Y hay que recordar que la carne de pollo ha sido la principal fuente de proteínas en la alimentación del cubano durante los últimos años.
La clase social favorecida (receptores de remesas u ocupados en empleos........