Dos vivencias |
La falta de fluido eléctrico es siempre irritante. Poco de lo normal en la vida puede hacerse ya, al menos con comodidad, sin usar la corriente. Para quien tiene niños a su cargo es todavía más desafiante: hay que alimentarlos, lavarles la ropa, entretenerlos, dormirlos … y les cuesta entender bien lo que sucede.
Sin mencionar que cuidar cuando se está molesta o cansada implica mayores reservas de paciencia. Pero de todo aprende una, hasta de los desafíos; o de repente se revelan logros que no habíamos aquilatado bien.
El otro día estábamos en apagón; como quería terminar pronto, dejé a mis hijos en la mesa comiendo y me puse yo a fregar en la penumbra. Pero ella y él andaban más jugando que haciéndole caso al menú. Los oía en su contentura, mientras yo repetía a cada rato: “terminen de comer”.
Hasta que me cansé y fui, para advertir dos platos........