Miradas al tejido social latinoamericano y sus historias

De Argentina, el filme Belén (2025) de Dolores Fonzi, propone una historia de reivindicación social sobre la problemática de legalizar el aborto en un contexto marcado por la exclusión de los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo; es un drama potente sobre las luchas feministas en una sociedad que las relega a los dictados de un patriarcalismo asfixiante y monstruoso. Basada en hechos reales, el filme de Fonzi propone una relectura sobre la maternidad que aspira a liberarse del enclaustro jurídico, de la maternidad que aspira a su propio derecho de decidir desde la expresión de un cuerpo que no reconozca ataduras.

Siete años después de su anterior película (Las hijas del fuego, 2018), Albertina Carri vuelve por los derroteros de un tipo de cine inquietante, cuyo mestizaje estético vale la pena atender. Con ¡Caigan las rosas blancas! (2025), encuentro un paralelismo narrativo con su filme precedente mientras su nueva historia se adentra, con particular interés, esta vez, en los terrenos de la ficción y el documental, la mixtura entre el cine de género y la expresión política. No es posible el análisis a esta película sin tener en cuenta lo planteado en su cinta anterior. Personajes vinculados al mundo del cine, todas mujeres –una de ellas como directora, tal vez un guiño interesante a la personalidad de la propia Carri–, en esta ocasión unidas, emprenden un viaje desde Buenos Aires rumbo a la región de Misiones. El tema de la pornografía como estrategia de un discurso que plantea reflexiones políticas rescata lo más interesante del filme.

De Bolivia, La hija cóndor (2025), de Álvaro Olmos, nos entrega la historia de Clara, la adolescente de una comunidad indígena en los Andes. Entre el muestrario de las tradiciones y su preservación desde la transmisión oral, y la ruptura de los cánones conservadores de las culturas originarias, el filme de Olmos se adentra en las psicologías de las nuevas generaciones que prefieren correr tras sus apetencias personales, a contracorriente de la experiencia cultural asentada y........

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