La sugerencia del título la tomé de la pasada Bienal del Humor de San Antonio de los Baños, una que disfruté además por ganar el Segundo Premio en Humor General con la caricatura que ilustra este trabajo: «Honores».
Cuando salió a las redes, la imagen tuvo miles de lecturas y comentarios, pues nadie a esta altura negaría que el machismo, esa herramienta poderosa del patriarcado, invisibiliza a las mujeres en su aporte cotidiano y en la historia de cualquier sociedad.
La traigo hoy acá para complacer a Mileyda y sumarme al análisis iniciado la pasada semana sobre los consejos del tal Kenji, texto que reproduce, en pleno siglo XXI, los mismos estereotipos de nuestros tatara, bisa y abuelos: «hombre para la calle y mujer para la casa».
Si algo debo decir a su favor es que este asuntico no es de su propia inspiración: sólo es el resultado de una educación arcaica, llena de violencia hacia las mujeres y las niñas, en las que el hombre lleva casi siempre las de ganar desde una posición de obsoleto poder absoluto.
Te cuento, socio, que la vida me dio el enorme privilegio de conocer a una mujer con su «lado masculino» bien desarrollado, que no esconde cuánto le........