Que Cuba haya solicitado su inclusión como país socio en los BRICS, a cuya próxima cumbre -del 22 al 24 de octubre en la ciudad rusa de Kazán- está invitado el Presidente Miguel Díaz-Canel, abre mayores esperanzas y compromisos para la nación caribeña cuando atraviesa momentos bien complejos y adversos.
Muchos compatriotas, personalidades, organizaciones e instituciones, fuera y dentro de nuestras fronteras, y gobiernos amigos, sin dudas se alegran, por insignificantes que resulten, de todo acontecimiento que fomente o amplíe los vínculos de cooperación con la Revolución cubana, incluyendo los reconocimientos a favor de ella en la arena internacional.
Pero estamos ante un hecho de incalculable trascendencia para Cuba ante todo en lo económico, comercial y financiero, cuando el imperio que nos desprecia no sólo recrudece el bloqueo sino que acaba de prorrogarlo por un año más, a la par que mantiene a la Isla en la arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Por tanto, cualquier acercamiento a un ente multilateral, bien consolidado y con prestigio como el de los BRICS podría ser una alternativa para continuar desafiando la criminal política anticubana, y también una expresión del apoyo a los esfuerzos y realizaciones de un país que resiste de manera creadora, y tiene en su capital humano una de sus principales fortalezas.
Máxime cuando ese bloque permite a las naciones que lo integran, y se relacionan entre sí, conseguir........