Con sombrero y sin sombrero |
Se dice que el cubano se ríe hasta de sus propias desgracias, y a ello atribuyen la capacidad de enfrentar situaciones adversas y controlarlas hasta ponerlas a su favor, pero es un camino tan estrecho como el ancho que puede tener el filo una navaja.
El tema lo tuve previsto tratar con Argelio García, el emblemático humorista que bajo el nombre artístico de Chaflán, dominaba el escenario con el influjo de su sombrero, que cuando se lo ponía, todo era en broma.
Aquella breve charla se desvió o quizás fue que él lo llevó intencionalmente, hacia su interés por ser narrador deportivo, intenciones que tuvo y gestionó según tuve confirmación de un funcionario del deporte.
Lo cierto es que el humorista no caminaba por el filo de una navaja, pues dejaba bien claro dónde estaba el límite del chiste y de lo........