El cáncer de mama es un padecimiento donde células malignas se propagan en los tejidos mamarios.

Habitualmente, se inicia en las redes que transportan la leche (cáncer ductal) o en las glándulas fabricantes de leche (cáncer lobulillar). Mientras que las células cancerosas crecen, pudieran establecer un tumor que pudiera detectarse a través de un examen físico o una mamografía.

Esta afección pudiera revelarse de diversas maneras en cuanto a su forma de propagación y su agresividad, lo que vuelve esencial un temprano diagnóstico para un efectivo tratamiento.

El peligro de desarrollar un cáncer de mama pudiera estar influido por factores genéticos, de estilo de vida y ambientales.

Aquellas con historia familiar de cáncer de mama, así como las que poseen específicas mutaciones genéticas, como BRCA1 o BRCA2, sufren un riesgo mayor. Igualmente, elementos como la prolongada exposición a estrógenos, el sedentarismo y el uso desmedido de alcohol igualmente pudieran acrecentar la posibilidad de incrementar esta enfermedad.

La temprana detección a través de autoexámenes y mamografías regulares es trascendental para reconocer el cáncer en sus etapas iniciales y optimizar las posibilidades de un exitoso tratamiento.

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